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El 11 de Junio de 1894, superada la crisis económica y
reactivada la industria, los representantes de la Sociedades de Pintores,
Albañiles, Yeseros, Talabarteros, Escultores y Modeladores, Herreros y
Mecánicos; crean la Federación Obrera Argentina, que se disuelve a finales de
1895; ya que el programa elaborado, con reivindicaciones Políticas y
Económicas, se adecuaba mas a un Partido Político, que a una Organización
Gremial.
Como es lógico suponer la situación de la Clase Obrera
Argentina, hacia finales del sigo pasado, era precaria. La Organizaciones Obreras, recurrieron a la
protesta y a la huelga, sin obtener la reopuesta deseada, ya que carecían de
una Organización Obrera Superior que condujera la lucha por las
reivindicaciones del sector; careciendo de unidad ideológica y metodologiíta, a
la vez que de movimiento y poder.
Tras la huelga de tres meses, llevada a cabo por los
Obreros de los Talleres Ferroviarios de todo el País; estos, reconocieron la
necesidad de una Organización superior que coordine sus esfuerzos; e intentaron
agruparse en una Central. Esta nueva
Federación, si bien mantenía sus neutralidad Política, Religiosa, y Étnica, y
no defendía principio económico alguno fracaso por los mismos motivos que las
dos anteriores: Políticos e Ideológicos. Sus propuestas llegaron a hacer entre
otras: 1) Reunir a las Organizaciones que tengan por objeto mejorar y defender
las condiciones de trabajo; 2) Promover la Organización de los sectores
Obreros, allí donde no existan; y 3) Solicitar a los poderes públicos, la
sanción de Leyes que protegen al trabajo (Jornada de ocho horas, Salario Mínimo
e Igualdad para los Obreros de ambos sexos).
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